Julian Bravo

Julián Bravo Navalpotro (1936), licenciado en Derecho y graduado en Administración de Empresas, fue pionero de un perfil de profesional nuevo en su momento en la publicidad española y su labor ha tenido un profundo impacto como motor de todo lo que ha contribuido a hacer de ella una profesión más importante y reconocida. Inicia su labor profesional en el año 1962 en la agencia Publinsa Kenyon & Eckhardt, lo que le permite pasar, en 1963 y 1964, unos cuantos meses en la oficina central de la multinacional en la neoyorkina Madison Avenue, de la que tomó el nombre la serie Mad Men. Un tiempo que supo aprovechar bien, pues además de adquirir conocimiento y método, realizó un completo estudio sobre la publicidad.

La entrada de Julián Bravo en la JWT del recién contratado Manu Elexpuru, en el año 1966, fue clave para su posterior crecimiento y expansión. Asume diferentes cargos de responsabilidad hasta que en el año 1987 es nombrado presidente ejecutivo y miembro de la junta de directivos de JWT Worldwide. Un reconocimiento a una labor que había hecho de JWT el líder indiscutible de su mercado con más de 40 clientes, que le mostraban una fidelidad envidiable, y cerca de 200 empleados en sus oficinas de Madrid y Barcelona.

En 1992 renuncia a sus cargos en JWT (poco después de su compra por WPP) y pronto es nombrado asesor de Jacques Delors, presidente de la Comisión Europea. Su última y fructífera etapa profesional transcurre como presidente ejecutivo de la AIMC, dueña del EGM, estudio que había colaborado a crear muchos años antes y que fue básico para profesionalizar la publicidad en España.

Simultáneamente, nunca dejó de practicar la docencia y de impulsarla, en una lista de colaboraciones que sería demasiado extensa, pero de la que destaca el ser profesor de marketing de la Escuela Oficial de Publicidad, y su sucesora la Facultad de CC. de la I. de la UCM y director de cursos de vanguardia en la UIMP.

Desde 1980 desarrolló también una importante actividad como traductor y editor de libros de materia publicitaria desde sus propias editoriales, Eresma y Celeste.

Ha sido presidente de AEAP de 1981 a 1987 y como tal dio luz verde al festival publicitario que andando el tiempo sería El Sol. Ha sido impulsor y primer presidente de la Academia de la Publicidad.